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Nearshoring: qué es y porqué aplicarlo

Durante los últimos años las empresas han implantado diferentes modelos de externalización con el objetivo de lograr ser más competitivas en un mercado cada vez más globalizado. En este sentido, el nearshoring es una opción muy interesante que ha experimentado un auge considerable en el mercado latinoamericano y europeo.

Qué es el nearshoring

Es un tipo de externalización o subcontratación de alguna actividad o servicio de una empresa a una tercera ubicada en un país cercano al de la empresa contratante, con la idea de reducir costes y beneficiarse de la proximidad geográfica, las similitudes legales y culturales y los vínculos políticos y económicos. Es decir, el nearshoring es un tipo externalización de procesos productivos, los cuales se delegan a una empresa próxima a la matriz.

El conjunto de países de Latinoamérica son el lugar ideal para implementar esta estrategia, ya que los beneficios son múltiples, cómo ahora veremos.

Ventajas de la implementación del nearshoring

La externalización de procesos de negocio en países limítrofes conlleva una serie de ventajas vinculadas a la proximidad geográfica:

  • Mayor contacto con la empresa subcontratada (outsoucers): gracias a que la comunicación con las empresas subcontratadas es más sencilla y veloz, la toma de decisiones también resulta más rápida y eficaz, y se puede ejercer un mayor control sobre la producción. Además, al no haber grandes diferencias horarias, la gestión del tiempo resulta más eficiente.
  • Disminución de gastos y tiempo de transporte: dado que la distancia entre la empresa matriz y la subcontratada es escasa, las entregas se realizan en un plazo menor y los costes menores.
  • Conocimiento del mercado: debido a que las diferencias sociales y culturales son mínimas, es posible conocer con más detalle el mercado y la demanda. Además, disponer de una mayor información permite adaptar la oferta rápidamente frente a los posibles cambios que se puedan dar en la demanda de productos o servicios.
  • Conocimiento del entorno legal: los países fronterizos o cercanos suelen compartir la misma normativa mercantil y laboral, por lo que ceñirse a la misma es más plausible y sencillo, evitando de ese modo sanciones económicas.
  • Expansión internacional: cercanía, idioma, mercado, cultura, huso horario, … todas estas facilidades pueden ayudarnos, además de externalizar procesos, a expandir nuestro mercado a estos países.

En resumidas cuentas, optar por externalizar algunos de los procesos productivos confiere una estructura más flexible a las empresas, por lo que pueden responder de manera más ágil a los cambios que se experimenten en el mercado. Esto influye en buena medida a la hora de ser más competitivo, a diferencia de otras empresas con estructuras más rígidas. Asimismo, la disminución de costes que conlleva el nearshoring ofrece la posibilidad de bajar los precios y ampliar la cuota de mercado.

Diferencias entre nearshoring y offshoring

El nearshoring está ligado a otro concepto de origen anglosajón relacionado como el offshoring, que es otro tipo de externalización de procesos, pero en este caso en un país lejano (generalmente, con un huso horario distinto), con el propósito de disminuir los costes de producción.

En términos generales, el offshoring es una alternativa que supone un menor coste, aunque las largas distancias no solo complican la comunicación, también una coordinación eficaz de los equipos. Además, las diferencias legales, las barreras lingüísticas o incluso el equilibrio de las fuerzas geopolíticas pueden dificultar las relaciones laborales y, por ende, la productividad.

Por tanto, el offshoring es una medida que tiene como objetivo reducir costes, aunque implica un riesgo de pérdida de control de los procesos productivos.

El nearshoring, en cambio, aprovecha los costes más reducidos propios del offshoring y, además, permite que el control y la comunicación sean más sencillas.

¿Cuál es la mejor opción?

A la hora de seleccionar la alternativa de externalización más adecuada han de considerarse las ventajas y desventajas señaladas anteriormente, aunque tal decisión también está directamente relacionada con el tipo de proceso, servicio o proyecto que se desee externalizar. Por lo general, los procesos ligados al desarrollo de softwares encajan bien en una alternativa como el offshoring, por citar un ejemplo. Por otra parte, aquellos procesos de producción que conlleven ciertos paralelismos culturales y sociales, o aquellos en que se requiera un mayor control y una toma de decisiones más ágil, el nearshoring resulta la alternativa más apropiada, aunque los costes de contratación sean un poco más altos.

Queda claro que el nearshoring es la práctica de deslocalizar procesos productivos a un país más próximo geográficamente. Ahora bien, “más próximo” o “más cercano” puede entrañar significados distintos: podría significar un vuelo rápido y directo, o bien, un lugar más cercano en cuanto a los husos horarios. También puede referirse a vínculos sociales más cercanos, con productos, oferta de ocio y estilos de vida similares. Si bien estos países más próximos pueden ser menos económicos que China o la India, ofrecen otra serie de beneficios que compensan esta diferencia.

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