En Chile se aplica el Impuesto al Valor Agregado (IVA) de la misma forma como opera en varios países, utilizando el mecanismo de crédito versus débito en la obligación tributaria, permitiendo que no haya pago de tributo cuando las compras, el IVA Crédito Fiscal pagado por ellas, supera el IVA Débito Fiscal generado por las ventas. De esta forma, cuando las compras superen las ventas en un período (un mes), el contribuyente estará en situación de “remanente crédito fiscal” que será un activo que permitirá pagar el IVA Débito Fiscal futuro.
El artículo 36 de la Ley sobre Impuestos a las Ventas y Servicios concede la posibilidad que todos los contribuyentes que tengan un remanente por IVA Crédito Fiscal generado por compras de activo fijo, puedan solicitar su devolución y no esperar a ser rebajado del IVA Débito Fiscal futuro que se produzca. Esta devolución representa un flujo en favor del contribuyente que le permite contar con recursos monetarios cuando la empresa tiene bajos niveles de ventas.
Sin duda que este mecanismo es muy atractivo para empresas que están en constitución y para aquellas que realizan importantes inversiones en infraestructura como empresas constructoras, concesionarias de obras públicas, centrales hidroeléctricas y todas aquellas que requieran de ingentes cantidades de recursos al inicio de sus operaciones.
El proceso de solicitud de devolución se realiza cuando el contribuyente ha tenido más de 6 meses con remanente crédito fiscal y consta de un proceso rápido de fiscalización y de autorización del pago respectivo.
Se entiende por activo fijo todo bien tangible que se adquiere sin el ánimo de venderlo y que es mantenido por más de un ejercicio comercial. Por otro lado, el mismo legislador ha considerado como tal a los bienes que han sido financiados a través de un contrato de arriendo con opción de compra (leasing), representando esto, un incentivo a la inversión de bienes de capital a través de esta forma de financiamiento.