La crisis sanitaria, que a estas alturas tiene un carácter global, ha impulsado a los gobiernos de los países, indistintamente del signo político que sean, a tomar medidas para frenar el cierre de compañías, proteger las fuentes laborales y la caída de los ingresos.
El gobierno de Jair Bolsonaro en Brasil aprobó en marzo, a través de la Medida Provisoria 927 (MP927), la implementación de un plan que permite a las empresas, entre otras disposiciones, reducir los salarios y jornada laboral entre un 25%, 50% y 70% por hasta cuatro meses, o bien acoger a sus trabajadores a una suspensión laboral de 120 días en el contexto de la crisis provocada por el corona virus.
Entre el paquete de medidas tomadas por el Ministerio de Economía de Brasil, que rigen mientras dure el Estado de Calamidad pública, se dieron facilidades a las empresas para que sus empleados pudieran hacer teletrabajo, independientemente de la existencia de acuerdos individuales o colectivos previos, con solo notificar al trabajador por escrito o por correo electrónico con 48 horas de anticipación. También se permitió adelantar el feriado legal (vacaciones) con el mismo procedimiento de aviso que en el caso del teletrabajo, indicando el período, no inferior a 5 días corridos, a ser tomado por el trabajador.
En relación con las disposiciones para las empresas, la autoridad económica suspendió los requisitos administrativos en materia de seguridad y salud laboral; suspendió la exigibilidad para el empleador de los aportes para el seguro de desempleo FGTS (Fundo de Garantia do Tempo e Serviço) en los meses de marzo, abril y mayo, dando facilidades de pago en cuotas, libres multas e intereses.
Otra medida adicional fue un tratamiento impositivo especial para las actividades médico-hospitalarias, como la exención temporal del Impuesto sobre los Productos Industrializados (IPI) que son indispensables para combatir la Covid-19 y la reducción a cero, hasta fin de año, del arancel de importación de productos médicos.
También las medidas del gobierno incluyeron el aplazamiento por 6 meses los impuestos federales (Federal no Simples Nacional), la reducción de un 50% de las contribuciones al Sistema S por 3 meses, y la facilitación en la tramitación para renegociación de créditos, que incorporó la exención de documentación (CDN).
Junto con las medidas que afectan directamente a las empresas del área médico-hospitalaria, existen otras disposiciones concretas para las empresas en general, como la posibilidad de aplazar los impuestos federales (PIS, COFINS, IRPJ y CSLL). Para las empresas que optan por acogerse a Simples Nacional, la Resolución No 152 de CGSN, extiende el plazo sólo para el pago de los impuestos federales que conforman las Simples, es decir, la resolución no se aplica a ICMS e ISS cuya extensión depende de las reglas de cada Estado y Municipio.
En este escenario, una importante labor en asesoría tuvieron empresas como Englobally Brasil e Compliance, las que brindaron una valiosa orientación a sus clientes sobre las disposiciones que tomó el gobierno tras decretar el Estado de Calamidad Pública.
“Se necesitaba atención especial para los clientes afectados de inmediato y a mediano plazo por la pandemia. Les asesoramos en la interpretación de las medidas provisionales promulgadas por el gobierno, disposiciones que en esencia pretendieron, y aún pretenden, evitar el despido masivo de trabajadores, generando alternativas para que los empleadores logren este propósito, es decir, no despedir a sus empleados. Todo esto en el contexto del avance de una enfermedad peligrosa y desconocida y de una imprevisibilidad total, formando un escenario nunca experimentado por la generación actual, con fuertes impactos sociales y económicos para la nación”, señala Roberto Oliveira, Socio de Englobally Brasil e Compliance.
Uno de los casos emblemáticos que tuvo que ver con un empresario con todas sus tiendas cerradas (5), sin liquidez para mantenerse por mucho tiempo y con cuentas por cobrar a la venta a crédito en recibos de pago y tarjetas de crédito. Una situación difícil que requería de una asesoría a tiempo y eficaz.
“Entendiendo el contexto de la crisis sanitaria, Englobally Brasil e Compliance elaboró un plan para extender la supervivencia de los contratos de trabajo a lo largo del tiempo, utilizando las medidas provisionales vigentes y dando al empresario tiempo para comprender el nuevo momento y tomar iniciativas comerciales de emergencia para comercializar sus productos de otra manera, generando nuevas facturas capaces de respaldar los compromisos contraídos dentro del nuevo escenario”, explica Oliveira. Y agrega que “a más de 100 días de esto, el cliente ya se está recuperando, sus tiendas están volviendo a la escena natural con las debidas reservas, pero ya con la esperanza de mejores tiempos, evitando muchos despidos y un eventual cierre de la actividad económica”.